Marianna Brilla Lisa Paglin — Reeducadoras vocales. ¡Aquí está el artículo completo! Full Article in Spanish.

New Voice Studio Brilla-Paglin
12 min readApr 30, 2019

To follow: versions in Italian and English. A seguir: versiones en italiano e inglés. A seguire: versioni in italiano e inglese. Coming soon.

Grazie, Nacho Castellanos and Scherzo magazine.
The pdf version of the magazine with this article is here: http://tienda.scherzo.es/nº-completo/scherzo-nº-350-abril-2019

“¡Ya es hora de que los cantantes vuelvan a ser libres!”

Hablar de la pedagogía del canto actual es sinónimo de contar la historia de Marianna Brilla y Lisa Paglin, dos especialistas de la voz cuyos descubrimientos están revolucionando la concepción del canto que el siglo XX estandarizó. Tras más de 20 años de investigaciones, las fundadoras del New Voice Studio Italia llegaron a la conclusión de que la formación vocal hoy en día propicia que muchos cantantes desarrollen problemas vocales o tengan que retirarse apenas cumplidos los 50 años. Su trabajo se ha transformado en objeto de estudio no solo por parte de otorrinos y foniatras, sino incluso de odontólogos. Aquellos que han experimentado esos descubrimientos, los definen como un camino profundo y sincero no solo en el conocimiento de la propia voz, sino de uno mismo. Para ellas, la voz no tiene posiciones, ni gestos faciales, ni edades, pues la única diferencia que existe entre cantar y hablar es el legato. Sus enseñanzas son buscadas tanto por cantantes de ópera como por estrellas del pop o del jazz. Sus investigaciones no discriminan dependiendo del estilo, pues se centra en un único aspecto: la belleza en el canto.

Nacho Castellanos

SCHERZO — REPORTAJE — M. BRILLA Y L. PAGLIN.
Nacho Castellanos

Empecemos por el principio. ¿Qué es cantar?

L.P.: Podríamos definir cantar como el uso de la voz como un instrumento musical combinado con la acción de las palabras, mediante las cuales se expresan pensamientos, emociones y sentimientos. Cantar es la conexión más directa que tenemos con la música, pues la voz es el instrumento musical más perfecto. No posee válvulas, trastes ni nada que haya que ajustar manualmente. Cuando el canto está equilibrado, es controlado exclusivamente por la mente. Mucha gente piensa que cantar es una forma de desfogarse, e incluso se usa como forma de terapia. Cierto es que cantar es algo muy sano para el cuerpo, pero siempre que se haga de forma fisiológicamente correcta. Cuando se canta de forma incorrecta, se le está dando al cuerpo una serie de vibraciones irregulares realmente negativas, que a largo o a corto plazo acaban teniendo repercusión en nuestra salud.

¿Qué es lo que lleva a dos cantantes con carreras consolidadas a retirarse de los escenarios para dedicarse a investigar la voz?

M.B.: Yo fui cantante desde que nací.
Y, aparentemente, para la gente que me oía, tenía un talento extraordinario para ello. Canté sin problemas hasta los 14, cuando, tras años de clases, empecé a sentir que algo estaba funcionando de manera incorrecta. En ese momento supe que no estaba recibiendo la educación adecuada. Viajé por tierra, mar y aire buscando profesores que pudiesen ayudarme a conseguir ese equilibrio vocal que ansiaba. Fueron veintisiete los profesores a los que acudí en busca de soluciones, muchos de ellos, de los más afamados del momento.
Me llegué incluso a graduar en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo. Buscaba transparencia, un canto sin esfuerzo, pero me acabé dando cuenta que nadie tenía ni idea de cantar y de que los que realmente cantaban bien no sabían enseñar. En 1976 obtuve una beca Fullbright para viajar a Italia y poder investigar sobre la metodología original del canto italiano. En ese periodo conocí a muchos cantantes ya ancianos que habían estudiado con maestros nacidos a mediados del siglo XIX. Personas que podían cantar perfectamente con 80 o 90 años, pero que, por desgracia, no sabían transmitir sus conocimientos. Con 38 años me di cuenta de que había una ausencia de criterio en el canto.

L.P.: Mi experiencia fue parecida a la de Marianna; tomé pronto la dolorosa decisión de abandonar mi incipiente carrera para comenzar a reestudiar. En realidad no empezamos todo esto pensando en que íbamos a estar veinte años exclusivamente investigando. Necesitábamos descubrir la verdad porque queríamos aprender a cantar. Queríamos saber qué era lo correcto y qué lo erróneo. Queríamos aprender a cantar con belleza y facilidad, y poder hacer música sin impedimentos.

M.B.: Al final encontramos tantas preguntas sin respuesta que se transformó en un trabajo cargado de pasión, de ganas de conocer y de no aceptar aquellas verdades parciales para descubrir respuestas verdaderas. Muchas veces pensamos en volver a los escenarios, pero acabamos dándonos cuenta de que el trabajo que habíamos realizado era más grande que nosotras y que necesitábamos darlo a conocer al mundo entero.

¿Cómo comienza la desaparición del equilibrio vocal?

M.B.: Fue un proceso gradual en el que se fueron perdiendo los principios del canto.
Se perdió la antigua escuela.

L. P.: En 2017, se publicó en el diario The Guardian un excelente artículo sobre nosotras firmado por Bernhard Warner, en el cual se refería a nuestro trabajo diciendo:
“Sus investigaciones llevaron a Brilla y a Paglin a una conclusión: la responsabilidad del deterioro del canto moderno yacía sobre los pies de Verdi, Wagner y Puccini”.

Fue un malentendido, pues no nos referíamos a eso.

¿Tal vez fue Verdi quien más desafiaba a los cantantes?

M. B.: Sí. Verdi retaba vocalmente a los cantantes de su época de diferentes maneras. Verdi, Wagner y Puccini innovaron técnicas estilísticas, armónicas, emocionales… Mientras enfatizaban la autenticidad dramática, esperaban que sus cantantes alcanzaran un nivel vocal óptimo basándose en los principios de la antigua metodología italiana. Sus composiciones fueron pioneras en lo que a nuevos desafíos para los cantantes se trataba, pero ellos no son responsables de la desastrosa situación vocal actual.

L. P.: El mismo Wagner decía que la voz no debe caracterizarse “por su fuerza buen estilo cantabile all’italiana “. En 1876, Wagner invita a Manuel García II para que entrene a los cantantes que iban a debutar en el primer festival de Bayreuth en este estilo de canto. Siguiendo la senda que ya marcó Gluck en su época, buscaba ese canto spianato rebosante de sentimiento. Pero un sentimiento que se encuentra a través de la belleza de la palabra, no del sonido. Algo que se aleja bastante de la forma de cantar Wagner hoy en día.

Entonces, ¿qué ocurrió con esa forma de cantar? ¿En qué momento desapareció?

L.P.: Wagner murió en 1883, Verdi en 1901 y Puccini en 1924. Jamás podrían haber imaginado el futuro. Los antiguos maestros habían muerto. Nadie los reemplazó. Sus discípulos habían conocido de primera mano los bellos principios del arte del canto: ligereza, agilidad, entonación perfecta y palabras sino por un expresivas en una línea legato, pero eran incapaces de enseñar aquella técnica que ellos mismos habían aprendido. Cuando comenzaron a enseñar, se enfocaron en la interpretación. La siguiente generación de cantantes pudo retener lo suficiente de la antigua escuela como para poder afrontar las nuevas partituras, pero se dejaron seducir por la crudeza, por la emoción que poseen las óperas, pero sin la técnica de sus predecesores. Y esto fue realmente una trampa para ratones. Generación tras generación, el balance comenzó a ser menos puro.

¿Creen que los teóricos del canto no se dieron cuenta del decaer de la técnica?

L. P.: Algunos lo hicieron. El gran maestro italiano Giovanni Battista Lamperti ya escribía en la década de 1890 sobre su preocupación a la hora de interpretar la música de Verdi y Wagner. En 1893 escribió: “¡Mucho cuidado! No creo que ni Verdi ni Wagner dijeran nunca que hubiese que cantar su música solo con una voz bonita, sin haber estudiado anteriormente la técnica. Ellos realmente querían que los cantantes cantasen bien. No os quedéis atrapados por la pasión y las emociones. ¡Estudiad la técnica!”. Lamperti elogiaba a ambos compositores, pero criticaba duramente el acercamiento que muchos cantantes realizaban a este repertorio. Decía que los cantantes se estaban dañando por el hecho de no cultivar correctamente su voz.

¿Quiénes fueron los primeros cantantes en desprenderse de la técnica de la antigua escuela?

M. B: Fue un proceso gradual. Desde 1900, pasaron tres décadas antes de que hubiese más porcentaje de cantantes sin equilibrio vocal que con él. La mayoría de los cantantes ya habían empezado a perder su balance. Incluso en la década de los 50 había cantantes que perseveraban en el canto bello y equilibrado. Pero ya en los 40 un gran número de cantantes se enfocaron hacia el desarrollo de un sonido grande, poderoso, que, en realidad, escondía un grito basado en rigidez física.

L. P.: Hay que entender que cantar es un proceso muy natural. Esto significa que incluso hoy en día podemos encontrar a un cantante con balance perfecto sin necesidad de recibir instrucciones. Desgraciadamente, hoy en día la enseñanza del canto está tan corrompida que esos talentos naturales pueden ser fácilmente destruidos desde el momento en el que comienzan a estudiar.

Y a partir de aquí, ¿comenzaron a imitarse los unos a los otros buscando ese sonido amplio?

L.P.: No, no fue imitar. Un ‘sonido grande’ y el concepto de ‘poder’ comenzaron a incorporarse a la enseñanza, cuando estos cantantes comenzaban a enseñar una vez terminada su carrera. Ese fue el panorama vocal que la siguiente generación heredó.

Ese fue el principio del fin…

M.B: Exacto. Algo que comenzó como una pequeña fractura en la técnica vocal del pasado se ha convertido hoy en día en un auténtico abismo.

Ahora mismo existe una evidente adoración al grito. Violencia que se enmascara en pasión y expresión. La belleza, la espontaneidad y la libertad se perdieron, al igual que los matices y la elegancia. El canto actual está distorsionado, es incluso amusical, y también muy poco sano.

¿Creen ustedes que hoy en día la cirugía vocal se ha transformado más en un negocio para cirujanos y otorrinos que en una solución real para los cantantes?

L. P.: Lamentablemente, sí. Marafioti ya predijo que los otorrinos se convertirían en el nuevo punto de referencia de los cantantes, en vez de los maestros. Esto fue exactamente lo que ocurrió. Los cantantes están confusos e incómodos con su canto y muchos profesores incompetentes no sirven de ayuda. Muchos incluso mandan a sus alumnos al otorrino para que este sea el que determine su categoría vocal. Esto es una idiotez. Marafioti también decía que los otorrinos nunca entenderían el canto o su enseñanza. Y no se equivocaba. Y sí, muchos cantantes recurren a la cirugía hoy en día como solución. Entendemos que los otorrinos están haciendo su trabajo, y seguramente de una forma muy eficiente. El problema que se da es que muchas veces el otorrinolaringólogo busca una solución rápida que suele basarse en la cirugía, y no se dan cuenta de que la solución suele estar en el entrenamiento vocal, no en el bisturí. Hace unos años publiqué un artículo en un periódico de Chicago prediciendo los problemas vocales que la cantante de pop Adele iba a tener tras sus cirugías. Este artículo se volvió viral y el devenir de las circunstancias propició que doctor Steven M. Zeitels, el cirujano que había operado a Adele, nos tachase de ignorantes. Él defiende que a los cantantes hay que operarles inmediatamente frente a cualquier patología, aunque sea de forma preventiva, sin la existencia de cualquier tipo de patología. El problema está en que muchas veces se busca una solución inmediata que permita al cantante volver de forma rápida a los escenarios, sin pensar en las consecuencias que esto puede tener. Nosotras creemos en la prevención. Por otro lado, muchos cantantes se autolesionan por deficiencias técnicas, y aunque se sometan a cirugía, el daño se reproducirá, ya que seguirán cantando igual. Las soluciones reales son las que erradican el problema y, al mismo tiempo, previenen futuras recaídas. Y para eso, hay que cambiar la forma de cantar, no es suficiente con realizar una cirugía. La pregunta es: ¿cuántas cirugías puedes soportar hasta que tu cuerpo diga “¡basta!”?

Si cantamos de la misma forma en la que hablamos, ¿han aprendido muchos cantantes a hablar de forma errónea?

L. P.: Para cantar bien hay que hablar bien. Es posible hablar con gran belleza y no saber cantar. Pero es imposible cantar bien cuando tu voz hablada no posee equilibrio. No debemos olvidarnos de que la definición clásica del canto es “un habla en continuo legato”. Hoy en día escuchamos que muchos cantantes de ópera tienen voces habladas que suenan constantemente cansadas. Se ha perdido el concepto de una voz bonita tanto hablada como cantada, y obviamente se tiene que reconocer la voz hablada dentro del canto, pues es el mismo instrumento.

Un interesante “comentario editorial” adjunto al artículo.

En su estudio de Osimo han pasado cientos de cantantes con diferentes patologías vocales. ¿Cuál ha sido el caso más extraño al que se han enfrentado?

L. P.: Cuando equilibramos una voz, retiramos todo aquello que está fuera de la naturaleza propia de cada cantante. Le enseñamos a producir vibraciones puras y regulares. Con la ayuda de estas vibraciones, reorganizamos sus voces para que estén sanas. Hasta ahora, el cien por cien de los casos a los que nos hemos enfrentado han sido exitosos, a pesar de haber tenido pacientes con lesiones o enfermedades bastante graves. Y los resultados duran para toda la vida. A lo largo de todos estos años hemos podido trabajar con muchísimos cantantes maravillosos, actores repletos de talento... Hemos tenido casos realmente inusuales, complejos... ¡Daría para escribir otro artículo!

¿Qué tiene Italia que logra reunir a los profesores de canto más prestigiosos generación tras generación?

M. B.: Todo comenzó en Italia. Italia fue el lugar que vio nacer la ópera y gran parte de esto se debe a su lenguaje. Gracias a que mi familia era napolitana, siempre tuve esa conexión especial con el lenguaje y una sensibilidad hacia la pureza de las vocales, algo que más tarde se convertiría en uno de los elementos esenciales de mis investigaciones.

L. P.: No es una coincidencia que el acercamiento a la voz a través del canto surgiese en Italia. Y esto se debe en gran parte al lenguaje.
El italiano es una lengua perfecta. Es una lengua de continuo legato, sin interrupciones... con tan solo cinco vocales. ¡Un idioma perfecto!
Con un gran bagaje histórico de teatro cantado.

¿Cuál creen que será su contribución al mundo del canto?

M. B.: Marcar el camino para la reorganización del canto. Devolverles a los cantantes el maravilloso equilibrio vocal que necesitan y desean. El doctor Marafiotti decía que, si el arte del canto llegaba a sobrevivir, surgiría un nuevo tipo de profesor de canto al que él llamaba ‘especialista de la voz’. Por eso mismo nosotras nos denominamos ‘especialistas de la voz’ en honor a Marafiotti. Tras años de investigaciones y de llegar a ese entendimiento total del instrumento, sentimos que esa responsabilidad cae sobre nuestros hombros. Queremos enseñar hasta que ya no podamos más y llegar al máximo de cantantes posibles.

L.P.: Nosotras no añadimos nada, tan solo retiramos obstáculos, tensiones o bloqueos causados por una mala formación. Y guiamos a los cantantes para que consigan equilibrio en sus voces mediante un proceso que no solo les enseña a conocer su propio instrumento, sino a sí mismos. Los cantantes no deben tener miedo a desprenderse de esas ‘posiciones vocales’ para mostrar sus corazones y sus almas de forma directa al público, con libertad, espontaneidad y esa belleza que solo el equilibrio vocal puede dar. ¡Ya es hora de que los cantantes vuelvan a ser libres!

M.B.: Hemos formado a cantantes excelentes y ahora mismo estamos formando profesores magníficos de entre algunos de nuestros alumnos que han demostrado talento y pasión por enseñar. El mismo caso que se dio en el siglo pasado, con cantantes con balance vocal, pero sin capacidades para enseñar, no puede volver a repetirse. Nosotras, ahora mismo, queremos enseñar a una cantidad amplia de cantantes no solo a utilizar su voz de forma sana, con espontaneidad y libertad, sino también que sepan transmitir todos esos conocimientos en los que nosotras hemos estado trabajando toda nuestra vida. Esto es una auténtica revolución vocal y hay que expandirla. ¶

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New Voice Studio Brilla-Paglin

Committed to giving back to vocal artists the health, stability, freedom, spontaneity and beauty that so many of them have lost, and that they desire and need.